Los primeros meses son muy intensos y pueden ser muy duros, pero pasan rápido, muy rápido, y antes de que te des cuenta se habrán esfumado.
Hacer una sesión de fotos de los primeros días o los primeros meses es la ocasión perfecta para detenerte y vivir un rato íntimo y especial, conectándote con tu bebé, y guardar ese pequeño gran tesoro que serán para siempre vuestras primeras fotografías juntos.
Te confesaré que cuando nació mi primer hijo y aún no me dedicaba a la fotografía de forma profesional, tenía ganas de tener unas fotos bonitas de esos días pero no terminé de decidirme. Ya sabes, estaba cansada, con sueño, absorbida, no me veía en mi mejor momento físico… Tenía miedo de que el bebé se pasara la sesión llorando, o pidiendo teta… Y hoy en día…pues daría lo que fuese por haber hecho esas fotos, tener esos recuerdos guardados para siempre, de esos pliegues de su piel que ya se van desvaneciendo en el recuerdo.
Las sesiones de recién nacido y bebés se pueden realizar tanto en casa como en exteriores, dependiendo de la época del año.
Si las hacemos en vuestra casa, normalmente será por la mañana, con más luz, a vuestro ritmo y sobre todo el del bebé, Créeme que no es necesario que tengas la casa más maravillosa del mundo, ¡ni mucho menos! En cualquier rincón con una ventana con luz natural se pueden sacar hermosas fotografías de vuestra vida, con el mejor decorado, vuestros brazos, tu pecho…
Sé que estás cansada y te faltan horas de sueño, por eso es ideal hacer esta primera sesión de recién nacido en casa, sin molestarte a tí demasiado ni al bebé, no tendrás que posar ni adoptar gestos artificiales, sólo pretendo captar vuestros gestos reales, las miradas, las caricias, tal y como lo estáis viviendo esos días.
En cuanto a cuándo hacer las fotografías, cualquier momento es bueno y tiene particularidades distintas.
Las de recién nacido se hacen durante los 10-15 primeros días preferiblemente, que es cuando se pasan más horas durmiendo, tienen esos pliegues tan característicos, la postura fetal plegada, la descamación de la piel, el lanugo…
Las sesiones de bebé son a partir de los 15 días y hasta los 3 meses aproximadamente, que suele ser cuando ya os empieza a apetecer más hacer una sesión en exterior.
Con mis imágenes busco la naturalidad del momento.
En una sesión de fotos de bebé y familia, el vestuario también es importante. Por eso te enviaré una guía de vestuario, práctica y sencilla, con recomendaciones sobre qué prendas y cuales no vestir para ti y tu familia. Para el bebé, lo ideal es no usar más que algún cubrepañal bonito, muselinas, mantitas, alguna de su ropita o alguno de sus primeros peluches. Cuento también con un pequeño armario de clientas, con prendas que sé que funcionan en las fotografías, tengo cubrepañales, capotas, patuquitos… Por supuesto me tendrás disponible para preguntarme cualquier duda al respecto.
A lo largo de la sesión con vuestro bebé os iré guiando para encontrar la luz que mejor os favorezca y crear un ambiente íntimo y relajado, para estar en conexión entre vosotros y con la naturaleza si realizamos la sesión en exterior.
Haré lo posible para que estéis cómodos, os olvidéis de mí y yo pueda, a un paso de vuestra burbuja, retratar ese vínculo.
Me gusta realizar las sesiones de forma individualizada según vuestra personalidad y forma de ser. El comienzo de la sesión se inicia en realidad cuando hablamos por primera vez, me contáis lo que necesitáis y yo voy preparando un moodboard para planificar escenarios, vestuario e ideas de como desarollaremos vuestra sesión en concreto.
En un plazo máximo de 30 días tras la sesión os enviaré un enlace a vuestra galería privada con las mejores fotos de la sesión (que suelen ser muchas!), ya editadas, en alta resolución, listas para descargar e imprimir o compartir con familiares y amigos.